lunes, 9 de diciembre de 2019

Pescando pasado

Hay algo bueno en ver películas, telenovelas y doramas románticos heterosexuales: Casi todos van de una persona pobre queriendo ser rica.

Llevamos cerca de 8 meses intentando reconstruirnos después de nuestro intento de suicidio. Estamos buscando a cada fragmento con cada recuerdo disponible... Algunas pensamos que lo que padecemos es TEPT-C pero habemos otras que pensamos que el TID siempre ha estado presente: aún no podemos acceder a ciertas memorias de nuestra vida infantil y cada vez sentimos que nos acercamos más a ellas.

Sin embargo, es necesario ir bajando en las capas de alters y fragmentos que fuimos dejando con los años... con todo lo que eso implica: Nuestras imposibilidades, nuestras incapacidades, los tropiezos, las necedades, nuestras vergüenzas...

Entre ellas mirar contenidos románticos es una vergüenza. No importa cuanto tiempo hayamos pasado estudiando el comportamiento humano real en ellas y observándolo en la gente real... para nosotras es una vergüenza porque en realidad algunas de nosotras nos comimos esas ideas y las creíamos fervientemente: que si el chico protagonista nos salvaría, que si éramos de un determinado modo íbamos seríamos más dignas de ser salvadas, que si al llegar a cierto punto íbamos a vivir felices para siempre...

El punto es... que estoy descubriendo, gracias a la co-conciencia con Ana que en realidad es en estos alters, los que gustaban de estos contenidos, donde radica nuestra ambición... Y tal vez, sólo tal vez, es que en realidad deberíamos estar agradecidas por ellos.

La ambición es necesaria para buscar cosas, no sólo dinero, sino metas, también independencia. Es necesaria para ejecutar planes... y en eso fallamos mucho. Tal vez sea bueno permitir que Ana siga enamorada de Juan, si eso significa que ello puede ayudarnos a movernos de nuestro confort o nuestra ineficacia.

En la última ruptura perdimos tantas creencias... Tal vez estamos un poco desesperadas... Y no es que Juan sea un mal tipo, es más porque la meta resultaba tan imposible que fue frustrante en medio de nuestra vida, ¿debimos enorgullecernos de quienes éramos antes que sentir vergüenza?

-Gala-